
Maite no tuvo reparo en dejar por dos días la Ceuta que la acoge desde hace años y cruzar el estrecho de Gibraltar. ¡Y cómo nos alegra verla totalmente recuperada de aquel bache! Me dijo algo enojada "yo no sabía que se podía venir -palabras literales- con la máquina de reñir". A la hora de las copas apareció Yeyo para acompañarnos.

Martín, que no se dedica a la asistencia sanitaria estuvo entre nosotros simple y llanamente porque esto no era una reunión de médicos, sino que era una reunión de buenos amigos.
Hola, soy María José Orgaz, llevo rato intentando publicar un comentario y se me resiste, un poco torpe. Agradeceros una vez más a los organizadores que hicierais posible el reencuentro, y, para los que estamos fuera de Córdoba pero no muy lejos, que sigamos viéndonos aprobechando eventos como puentes, feria, etc.
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